
TORNEO DE CINTAS
En las antiguas cortes y en los feudos las discrepancias entre caballeros se dilucidaban con duelos. También por motivos festivos como pueden ser enlaces matrimoniales, victorias en las batallas… etc, se efectuaban torneos para entretener tanto a los nobles como a los villanos. Estas justas y torneos también servían para que los caballeros se mantuvieran en forma durante los periodos de asedio. Durante estas justas los caballeros se entrenaban en el manejo de las armas, además de entremeter y divertir a los asistentes.
Lo más parecido en estos torneos y justas a las carrerras de cintas a caballo era el juego del “fuego del aro”. Este juego consistía en acertar a introducir la punta de la lanza en unos arcos metálicos que se colgaban atados por una cinta en la que en la otra punta se ataba un falso nudo para que la cinta se soltase sin dificultad. Es conocido que los caballeros participantes elegían una dama a las que le ofrecían los triunfos, dicha dama si aceptaba a este caballero anudándole un pañuelo con sus colores distintivos.
Hoy esas lanzas de los antiguos caballeros se han cambiado por picas de madera de unos 20 cm aproximadamente y el aro metálico se ha cambiado por una anilla de unos 2 cm de diámetro, manteniendo así su dificultad inicial lo que ayuda a que los participantes deban ser tan diestros en la montura como los antiguos caballeros medievales.